miércoles, 16 de diciembre de 2009

M de María

Ayer usé el vestido amarillo para vos. Ese que tanto te gusta. Quería que me veas, realmente quería que me veas. Vos te alegraste y forjaste una sonrisita de media cara. Sólo eso.
Me acuerdo la primera vez que me viste con ese vestido. Me dijiste algo tonto, que de tan tonto era lindo;

-“estás más fuerte que el sol”

Era lindo porque te salió así, tenías ganas de decirme algo y te salió eso. Me acuerdo de todo como si no hubiese pasado tanto entremedio, como si fuéramos las mismas personas.
Te arrimaste sin líneas pensadas para decirme, pero no pensé que ibas a acercarte para decirme semejante tontera.
Era una tarde de inconmensurable calor, vos te acercaste, me acuerdo dijiste esa pavada y automáticamente te pusiste más colorado que los nenes que pasan la siesta correteando al rayo de sol.
Ahí no te diste cuenta, pero justo ahí cuando estabas todo colorado de tu propia inocencia, ya me tenías.
Pese a eso, te tardaste como dos semanas en invitarme a salir, y como tres salidas para darme un beso.
Yo te quise así porque siempre tenías palabras lindas para mí. Yo no sé si disimulabas o de verdad me veías como una reina, siempre me tratabas como a una aristócrata.
Ahora estoy acá echada en tu cama, y tus ojos ni me cruzan. Soy tu objeto, parte de tu mobiliario. Ayer diste una ojeada en mi vestido, mi arma más fuerte con vos, y lo único que dijiste es “que lindo”. Sí, es muy lindo el vestido, por eso lo compré, pero ¿y yo? Me lo puse para vos, ¿no me ves?
Hoy necesito que me quieras. Que te inventes algo nuevo, porque sino no pienso mover un pelo de esta cama, voy a hacer que duermo toda la mañana y voy a escuchar todos los ruidos que haces. Hoy quiero que te busques unos mariachis y me despiertes cantando. Hoy quiero que saltes en la cama y tires arriba mío algo divertido, prepara el desayuno para mí y cuando desayunemos quiero que me preguntes que radio pretendo escuchar. Hoy quiero que me dejes elegir la música, la comida, la salida, tu ropa, tu perfume. Hoy vestime, cuidame, mimame.
Hoy quiero levantarme y que inventes algo como que recién levantada estoy mas fresca que el aire acondicionado o la limonada con mucho hielo y azúcar.
Hoy Pablo, hoy quereme, quereme mucho.
Sino me voy muy enojada, te dejo la casa sucia para que ordenes, un huevo en tu saco para que explote cuando te lo pongas, te escondo las llaves, voy al bar de la esquina y me emborracho con los vecinos. Borracha vuelvo para gritarte y a darte unos besos antes de irme a buscar alguien que sí me vea con mi vestido amarillo.
Ya está, me voy a levantar, y si no me decís algo hermoso voy a hacer todo eso, me voy a tomar el primer tren a Siberia, y después que me busque tu abuela.
Mira me estoy levantando y voy hacia vos, vos no me miras. Mirame y decí algo lindo, decí ya algo lindo, decime algo lindo…decime, te escucho, te veo…a ver que decís…

No hay comentarios: