jueves, 3 de septiembre de 2009

Laura, los libros y la noche

Laura cansada de que la abandonen hace un pacto con sí misma. No más novios, no más toques, no más nada. De ahora en más los únicos que entran a la cama por las noches son los libros.
Laura cada noche elige un clásico, se lo lleva a la cama, se convence a sí misma de que los autores muertos viven en sus palabras, se memoriza un párrafo y a modo de invocación lo repite hasta que se duerme. Sueña que Shakespeare, Rimbaud o Baudelaire salen de los libros y la besan. Por la mañana encuentra los libros en algún lado de la cama y los devuelve al estante convencida que si abandona el libro abandona a su autor, que a la inversa de los habitantes de este mundo, duermen entre las hojas cuando nosotros estamos despiertos. A la noche roban toda la tinta del libro y se forman un cuerpo de palabras que se escapa del libro mientras las personas duermen.
Así que Laura que imagina todo esto, toma el libro de la cama con cuidado, para no despertar a nadie de los que imagina durmiendo ahora dentro del libro y lo abandona en el estante para siempre. Así comete sus pequeñas venganzas de todos los abandondos que sufrió ella.

Al mediodía le preguntan; Laura ¿que hiciste anoche?
Dormí con un escritor dice ella. Pero ya lo dejé, contesta orgullosa.
Y nadie entiende nada, pero por miedo tampoco preguntan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanto!!!! yo siempre guardaba mis libros en la mesa de luz o el suelo, al borde de la cama, y ahora que me quedo media cama libre, tengo uno que duerme conmigo. Me da gracia y no lo saco, jajaj.
saludos!

Laura Galindo dijo...

Jajaja... mmm... me siento bastante identificada con Laura. Las dos vivimos otras vidas a través de los libros y por un rato nos divertimos más que en la realidad. Besotes y siga escribiendo asi de lindo.